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Con un rápido movimiento, digno de su titulo de maestro, hizo la trabanqueta a Ranma que cayo al estanque. Yo al principio me resistía pero después de unos lametazos expertos de mi tía me dejé llevar y empecé a repetir con mi lengua todo lo que mi tía me iba ensenando hacer. La verdad es que muchas noches me duermo masturbándome, imaginándome rodeada de pollas y comiéndomelas todas, desde la puntita hasta los huevos, todas dentro de mi boca poniéndose duras (creedme solo escribiendo esto ya estoy mojando mis braguitas). La verdad, es una práctica habitual en mí, aunque antes iba bastante menos, como una vez cada muchísimos meses.